“Y aquí estuve viviendo en San Andreas, cuando era San Andreas viejo. Aquí había mucha raza del terreno. Aquí nos convivíamos unos con otros, ahí nos ayudaban y nos llevaban a los trabajos. Porque en aquel tiempo estaba bien duro la inmigración. Caiba en los files, lo agarraban a uno y lo llevaban y lo echaban para México. Y, pues, se sufría, sufrimos mucho porque aquí nos llevábamos a caer hasta en los carros y así. Pero como yo estaba impuesto a vivir en el campo, en el trabajo, pues me sentía casi como en mi casa. Nos sentíamos lejos pero cercas porque a la vez pues, como te digo, estábamos rodeados de pura gente de allá mismo.”